ARTURO UMBERTO ILLIA

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 Arturo Umberto Illia Con la banda Presidencial



  
35.º Presidente de la Nación Argentina

12 de octubre de 1963 – 28 de junio de 1966

Vicepresidente
Carlos Umberto Perette

Precedido por José María Guido
(de facto)
Sucedido por Junta Militar (de facto)
sucedida el 29 de junio por
Juan Carlos Onganía (de facto)

________________________________________
Diputado de la Nación Argentina
por Córdoba

20 de abril de 1948 – 30 de abril de 1952

________________________________________
Vicegobernador de Córdoba

17 de junio de 1940 – 19 de junio de 1943

Gobernador
Santiago H. del Castillo

Precedido por Alejandro Gallardo

Sucedido por Asís Ramón

________________________________________
Datos personales:
Nacimiento 4 de agosto de 1900
Pergamino, Provincia de Buenos Aires, Argentina

Fallecimiento 18 de enero de 1983 (82 años)
Córdoba (Córdoba)

Partido
UCR
UCRP

Cónyuge
Silvia Elvira Martorell de Illia
(1939-1966)
Profesión
Médico

                                                                                                                                                                                                                          

Arturo Humberto Illia (Pergamino, Provincia de Buenos Aires, 4 de agosto de 1900 - Córdoba, Provincia de Córdoba, 18 de enero de 1983) fue un médico y político argentino. Ejerció el cargo de Presidente de la Nación Argentina entre el 12 de octubre de 1963 y el 28 de junio de 1966.
Contenido
• 1 Datos biográficos
o 1.1 Su actividad política
o 1.2 Su llegada a la Presidencia de la Nación
• 2 Su gestión de gobierno
o 2.1 Ley del salario mínimo, vital y móvil
o 2.2 La política petrolera
o 2.3 La educación
o 2.4 La Ley de medicamentos
o 2.5 Política económica
• 3 Gabinete
• 4 El derrocamiento
• 5 Su actividad posterior a la presidencia
• 6 Bibliografía
• 7 Fuentes
o 8.1 Referencias
o 8.2 Enlaces externos

1)  Datos biográficos:

Arturo Umberto Illia nació el 4 de agosto de 1900 a las 16.00 en Pergamino, 220 km al norte de la ciudad de Buenos Aires, en la provincia de Buenos Aires. Su padre, Martín Illia, era oriundo de Samolaco San Pietro, Val Chiavenna, Lombardía (Italia) y su madre, Emma Francesconi, de Gratacazolo, provincia de Brescia, Lombardía.
Cursó la escuela primaria hasta cuarto grado en la Escuela Provincial Nº 18 y quinto y sexto grados en la Escuela Normal Mixta de esa ciudad. Los estudios secundarios los realizó en Buenos Aires, en el Colegio Pío IX, Párroco San Carlos, como pupilo.
En el año 1918 comenzó sus estudios de Medicina en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires. Ese mismo año estalló en Córdoba el movimiento estudiantil conocido como Reforma Universitaria, que sentó los principios de la universidad gratuita, libre y cogobernada y modificó profundamente la concepción y administración de la educación superior en la Argentina y en gran parte de América Latina.
                                                Arturo U. Illia.

  
Arturo Umberto Illia asume la presidencia de Argentina el 12 de Octubre de 1963. A su lado (extremo derecho) lo acompaña Juan Carlos Onganía, el general que lo derrocaría tres años después encabezando lo que se llamó Revolución Argentina.





Como parte de sus estudios de Medicina, en 1923 ingresó como practicante al Hospital San Juan de Dios de la ciudad de La Plata, graduándose en el año 1927.
En 1928 tuvo una entrevista (la única en toda su vida) con el entonces Presidente de la Nación, Dr. Hipólito Yrigoyen, a quien le ofreció sus servicios como médico. Yrigoyen le propuso trabajar como médico ferroviario en distintas localidades y Arturo Illia decidió radicarse en Cruz del Eje, Córdoba. Desempeñó su actividad de médico en esa localidad desde 1929 hasta 1963, interrumpidos por los tres años (1940-1943) en que fue vicegobernador de Córdoba. Lo llamaban el Apóstol de los Pobres, por su dedicación a los enfermos sin recursos, viajando a caballo, en sulky, o a pie, para llevar medicamentos que él mismo compraba.
El 15 de febrero de 1939 contrajo matrimonio con Silvia Elvira Martorell, con quien tuvo tres hijos: Emma Silvia Illia, Martín Arturo Illia y Leandro Hipólito Illia.
De 1963 a 1966 ejerció la Presidencia de la Nación, y luego del golpe militar del 28 de junio de 1966, conocido como Revolución Argentina, se trasladó a Martínez, Provincia de Buenos Aires, donde residió alternando con viajes a Córdoba. Continuó una intensa actividad política en el seno de la Unión Cívica Radical, hasta su muerte, el 18 de enero de 1983.

Su actividad política
Arturo U. Illia se afilió a la Unión Cívica Radical al llegar a la mayoría de edad, en el año 1918, fuertemente influido por la activa militancia radical de su padre y de su hermano Italo. Ese mismo año comenzó sus estudios universitarios en medio de la movilización juvenil que acompañaba la Reforma Universitaria.
A partir de 1929, año en que se radicó en Cruz del Eje, inicia una intensa actividad política que alterna con su actividad profesional.
En 1935 fue electo Senador Provincial por el Departamento de Cruz del Eje en las elecciones celebradas el 17 de noviembre. En el Senado Provincial participó activamente en la aprobación a la Ley de Reforma Agraria, que fuera aprobada por la Legislatura de Córdoba pero rechazada en el Congreso de la Nación. Presidió la Comisión de Presupuesto y Hacienda e impulsó la construcción de las represas de Nuevo San Roque, La Viña, Cruz del Eje y Los Alazanes.
En las elecciones del 10 de marzo de 1940 es electo Vicegobernador de Córdoba, acompañando al Gobernador Santiago del Castillo, cargo que asume el 17 de mayo de 1940, hasta que la Provincia es intervenida el 19 de junio de 1943.
El 20 de abril de 1948 asume como Diputado de la Nación, cargo que desempeña hasta el 30 de abril de 1952. Formó parte de las Comisiones de Obras Públicas e Higiene y Asistencia Medicinal.
Luego de la muerte de Amadeo Sabattini, fue reconocido como representante indiscutido del sabattinismo, o Línea Córdoba.


Su llegada a la Presidencia de la Nación
 Luego del golpe de estado del 16 de septiembre de 1955 que derrocó al Presidente Juan Domingo Perón se reinició un largo período de inestabilidad política en la Argentina. Los militares proscribieron al peronismo y sus simpatizantes recurrían una y otra vez al voto en blanco para expresar su rechazo a las elecciones convocadas sin su participación.





Arturo Illia recibe al Presidente de Francia, Charles de Gaulle.
    (Foto publicada en Clarín el 4 de octubre de 1964).








Por otra parte la Unión Cívica Radical se dividió en dos, según la postura que cada sector asumía frente al peronismo, rechazando (radicales intransigentes) o aceptando (radicales del pueblo) su proscripción. En 1961, el Presidente Arturo Frondizi (radical intransigente) legalizó al peronismo, que triunfó ampliamente en las elecciones a gobernador del 18 de marzo de 1962. Once días después el Presidente Frondizi fue derrocado y detenido por el golpe del 29 de marzo de 1962, que resultó en la toma del poder por parte de José María Guido, quien anuló las elecciones, volvió a proscribir al peronismo, disolvió el Congreso y convocó a nuevas elecciones limitadas y controladas por los militares. Illía había resultado elector gobernador de Córdoba, en esas elecciones, pero no llegó a asumir debido al golpe.
En esas condiciones se convocaron las elecciones del 7 de julio de 1963 en las que resultó electo Arturo Umberto Illia.

Los resultados fueron los siguientes:

                                                                                                                                                                                                                                                                                                
                            Elecciones presidenciales de 1963

Fórmula presidencial              Partido                         Votos                 %

Arturo Illia -
Carlos Perette   Unión Cívica Radical del Pueblo       2.441.064           25,14

               Votos en blanco                                      1.827.464           18,82

Oscar Alende -
Celestino Gelsi    Unión Cívica Radical Intransigente  1.593.992        16,41

Pedro E. Aramburu - Unión del Pueblo Argentino (UDELPA)728.662     7,50
Horacio Thedy

                     Partido Demócrata Progresista                  633.934   6,52

Emilio Olmos -
 Emilio Jofre         Federación de Partidos del Centro        499.822    5,14

Horacio Sueldo -
Francisco Cano     Partido Demócrata Cristiano              324.723      3,34


Alfredo Palacios -
Ramón I. Soria       Partido Socialista Argentino               288.339    2,96


Arturo Orgaz -
Rodolfo Fitte       Partido Socialista Democrático              258.787    2,66

                                                                                  Fuente: País Global
                                                                                                                                                                                                         


En el Colegio Electoral, la fórmula encabezada por Arturo Illia obtuvo 270 votos sobre 476 electores el día 31 de julio de 1963.
Arturo Illia conformó su gabinete con: Juan Palmero como Ministro del Interior, Miguel Ángel Zavala Ortiz como Ministro de Relaciones Exteriores, Leopoldo Suárez como Ministro de Defensa, Eugenio Blanco como Ministro de Economía, Carlos Alconada Aramburú como Ministro de Educación y Justicia, Miguel Ferrando como Ministro de Obras y Servicios Públicos, Arturo Oñativia como Ministro de Salud Pública y Fernando Solá como Ministro de Trabajo y Seguridad. Durante su gobierno sólo habría de incorporar a Juan Carlos Pugliese en reemplazo de Eugenio Blanco debido a su fallecimiento.


2)  Su gestión de gobierno:
Arturo U. Illia      


Arturo Illia asumió el 12 de octubre de 1963. Su primer acto de gobierno consistió en eliminar las restricciones que pesaban sobre el peronismo. Desde la Revolución Libertadora las manifestaciones de ese partido estaban prohibidas por el Decreto 4161/56, sin embargo cinco días luego de que Illia asumiera el gobierno se realizó un acto conmemorativo por el 17 de octubre en Plaza Miserere sin limitación alguna. De la misma manera se levantaron las restricciones electorales, habilitando la participación del peronismo en los comicios legislativos del año 1965. También se levantó la prohibición que pesaba sobre el Partido Comunista y se promulgaron penalidades a la discriminación y violencia racial.
Ley del salario mínimo, vital y móvil
El 15 de junio de 1964 se publica en el Boletín Oficial la Ley 16.459, del salario mínimo, vital y móvil, previa a la constitución del Consejo del Salario, integrado por representantes del Gobierno, los empresarios y los sindicatos.
Entre los objetivos del proyecto figuraban la necesidad de "evitar la explotación de los trabajadores en aquellos sectores en los cuales puede existir un exceso de mano de obra", "asegurar un ingreso mínimo adecuado" y "mejorar los salarios de los trabajadores más pobres".
Con los mismos objetivos, se promovió la Ley de Abastecimiento, destinada a controlar los precios de la canasta familiar y la fijación de montos mínimos de jubilaciones y pensiones.

La política petrolera
Arturo Frondizi había iniciado en su gobierno una política de explotación petrolera basada en la concesión de los yacimientos a empresas privadas reservando a la empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) la actividad de exploración y la compra de la producción a las empresas concesionarias. A las objeciones de carácter económico y comercial (como el traslado del riesgo empresario a YPF que debía realizar la inversión en nuevas exploraciones, o el aumento de los precios de los combustibles), la plataforma electoral de Illia denunciaba la política de las concesiones por considerarla contraria a los intereses nacionales y se comprometió a anular los contratos de concesión.
El 15 de noviembre de 1963 Illia firmó los Decretos 744/63 y 745/63 que anulaban dichos contratos por "vicios de ilegitimidad y ser dañosos a los derechos e intereses de la Nación".

La educación
Durante su gestión de gobierno, la educación tuvo un peso significativo en el Presupuesto Nacional. En el año 1963, su participación era del 12%, en el año 1964, del 17%, en el año 1965, del 23%.
                                                                                                                        

       

Arturo Illia recibe al Presidente de Chile de la época, Eduardo Frei Montalva.





El 5 de noviembre de 1964 se pone en marcha el Plan Nacional de Alfabetización, con el objetivo de disminuir la tasa de analfabetismo que para la época se estimaba en poco más del 10% de la población adulta. En junio de 1965 el Programa contaba con doce mil quinientos centros de alfabetización y su tarea alcanzaba a trescientos cincuenta mil alumnos de dieciocho a ochenta y cinco años de edad.
Entre 1963 y 1966 se graduaron de la UBA 40.000 alumnos, cifra más alta en toda la historia de la casa de estudios.

La Ley de medicamentos
La Ley 16.462, también llamada Ley Oñativia en homenaje al Ministro de Salud Arturo Oñativia, fue aprobada por todos los bloques, excepto UDELPA y la Federación de Partidos del Centro, y sancionada el 28 de agosto de 1964. Establecía una política de precios y de control de medicamentos, congelando los precios a los vigentes a fines de 1963, fijando límites para los gastos de propaganda, imponiendo límites a la posibilidad de realizar pagos al exterior en concepto de regalías y de compra de insumos. La reglamentación de la Ley mediante el Decreto 3042/65 fijaba además la obligación para las empresas de presentar mediante declaración jurada un análisis de costos y a formalizar todos los contratos de regalías existentes.
Esta ley surge, a partir de un estudio realizado por una comisión creada por el Presidente Illia sobre 300.000 muestras de medicamentos. Muchos de estos medicamentos no eran fabricados con la fórmula declarada por el laboratorio y su precio excedía en un 1000% al costo de producción.
Partidarios, opositores y observadores imparciales coincidieron en que esta política tuvo un peso decisivo en el proceso político que culminara con el derrocamiento del presidente a manos de un golpe militar.

Política económica
En materia económica, el gobierno de Arturo Illia tuvo una política de ordenamiento del sector público, de disminución de la deuda pública y de impulso a la industrialización. Se creó la Sindicatura de Empresas del Estado, para un control más eficaz de las empresas públicas.
La evolución del Producto Bruto Interno durante ese período fue del -2,4% para el año 1963, del 10,3% para el año 1964 y del 9,1% para el año 1965. La evolución del Producto Bruto Industrial fue del -4,1% para el año 1963, del 18,9% para el año 1964 y del 13,8% para el año 1965. La deuda externa disminuyó de 3.400 millones de dólares a 2.600 millones.
El salario real horario creció entre diciembre de 1963 y diciembre de 1964 un 9,6%. La desocupación pasó de 8,8% en 1963 a 5,2% en 1966.

3) Gabinete:


     Cargo                           Titulares                                   Mandato

Ministro del Interior        Juan S. Palmero                            1963-1966

Ministro de Relaciones
        Exteriores                Miguel Ángel Zavala Ortiz           1963-1966

Ministro de Economía         Alberto Blanco                         1963-1964
                                       Juan Carlos Pugliese               1965-1966

Ministro de Educación       Carlos Alconada Aramburú         1963-1966

Ministro de Salud            Arturo Oñativia                          1963-1966

Ministro de Servicios
        Públicos                    Miguel Ángel Ferrando             1963-1966

Ministro de Seguridad        Fernando Sola                         1963-1966

Ministro de Defensa           Leopoldo Suárez                      1963-1963



4) El derrocamiento:

El gobierno del Presidente Arturo Illia debió convivir con su propia debilidad derivada del hecho de haber sido elegido en elecciones no libres, a causa de la proscripción del peronismo, muchos de los cuales votaron entonces en blanco, obteniendo la segunda minoría. La falta de reconocimiento de legitimidad al gobierno de Illia por parte de los ciudadanos peronistas, se vio agravada por un plan de lucha del movimiento obrero, afectado por la decisión del gobierno de sancionar una legislación sindical sin consultar a los sindicatos.





Manifestación contra Illia. Los medios de comunicación argentinos jugaron un papel destacado en la desestabilización de su gobierno (foto de la Revista Panorama).






En el año 1965 el gobierno convocó a elecciones legislativas eliminando todas las restricciones que pesaban sobre el peronismo en la etapa previa. El peronismo presentó sus propias listas de candidatos y triunfó ampliamente en las elecciones con 3.278.434 votos contra 2.734.970 de la Unión Cívica Radical del Pueblo. El triunfo del peronismo agitó la situación interna de las Fuerzas Armadas.





Arturo Illia abandonando la Casa de Gobierno
 luego de su derrocamiento.
 (Foto publicada por la Revista Gente).









El descontento militar se combinó con una fuerte campaña de desprestigio, impulsada por sectores económicos conservadores que criticaban duramente ciertas políticas del gobierno radical, como la Ley de Medicamentos (Ley Oñativia), la política petrolera y cierta autonomía de los Estados Unidos en la política internacional.
La campaña de desprestigio contra el Presidente Illia y la democracia, se realizó de manera sistemática, utilizando ciertos periodistas y medios de prensa, como Mariano Grondona en Primera Plana (autor luego de los primeros comunicados militares golpistas), Bernardo Neustadt en la Revista Todo y finalmente, las de Mariano Montemayor. Para ello se recurrió a la imagen de "la tortuga", para caracterizar la gestión del Presidente como timorata y falta de energía. Simultáneamente se resaltaba la personalidad de los militares, especialmente del General Juan Carlos Onganía, contraponiéndolo con la imagen de los políticos, alentándolos a intervenir como "salvaguarda de la Patria".
Finalmente para entonces, Estados Unidos, en el marco de la Guerra Fría, ya comenzaba a promover abiertamente la guerra sucia y la instalación de dictaduras militares permanentes en América Latina, impulsadas desde la Escuela de las Américas instalada en Panamá, dentro de la llamada Doctrina de la Seguridad Nacional. Como primer paso de ese camino, las Fuerzas Armadas habían instalado en 1964 un gobierno militar permanente en Brasil al derrocar al Presidente João Goulart (Jango).
La planificación del golpe que luego llevaría al poder al General Juan Carlos Onganía corre por cuenta del Comandante del Primer Cuerpo del Ejército, General Julio Alsogaray, con la anuencia del por entonces Comandante en Jefe Pascual Pistarini.
La idea del golpe no solo era reclamada por sectores de la prensa conservadora y del poder económico, sino que también era apoyado por algunos partidos políticos como la Unión Cívica Radical Intransigente liderada por Oscar Alende y el Movimiento de Integración y Desarrollo liderado por el derrocado ex-presidente Arturo Frondizi, y también por un considerable sector del movimiento sindical.
El 28 de junio de 1966, en una fría mañana de invierno se produjo el golpe militar en medio de la indiferencia de la ciudadanía. El General Alsogaray, Jefe de la Casa Militar Brigadier Rodolfo Pío Otero, el coronel Luis Perlinger y un grupo de oficiales se presentaron en el despacho presidencial para solicitarle a Illia el retiro de la Casa de Gobierno, asegurándole en todo momento su integridad física. Éste se negó rotundamente y luego de una fuerte discusión donde manifestó "El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas soy yo" los militares tuvieron que abandonar el despacho. Ante la fuerte negativa los efectivos policiales ingresaron con pistolas lanzagases, mientras que las tropas rodearon por completo la Casa Rosada. Perlinger volvió a solicitar al presidente que se retire, caso contrario no podía garantizar la seguridad de las personas que lo acompañaban. Ante esta situación Illia optó por dejar el lugar. Rodeado por sus colaboradores bajó por la escalera hasta la planta baja, cruzó por la entrada y se dirigió a la calle, y como no disponía de vehículo porque lo vendió durante su presidencia abandonó el lugar en un taxi que lo llevó a la casa de su hermano en Martínez. Al día siguiente asumió Onganía.

5) Su actividad posterior a la presidencia:
Existe un amplio consenso en considerar a Illia un político ejemplar, por su honestidad y personalidad incorruptible. Tuvo una sola casa, sencilla y humilde, que fue el único bien inmueble con que se retiró como Presidente de la Nación, le fue donada por suscripción pública, con ayuda y por voluntad de los vecinos de Cruz del Eje, además de ser el único presidente de Argentina que no aceptó la jubilación de privilegio.
Está sepultado en el mismo panteón de los radicales Leandro N. Alem, Raul Alfonsin e Hipólito Yrigoyen, en el Cementerio de la Recoleta

6) Bibliografía:
• Arturo Illia, su vida, principios y doctrina, por Ricardo Illia, Ediciones Corregidor.
• La caída de Illia, por Mario Antonio Verone, Editorial Coincidencia.
• Historia del radicalismo, por Mario Monteverde, GAM Ediciones.
• La presidencia de Illia, por Pedro Sánchez, CEAL.
• Historia del Radicalismo
• Poder militar y sociedad política en Argentina (Tomo II, 1943-1973), por Alan Rouquié, EMECE.
• ¿Qué es el radicalismo?, por Raúl R. Alfonsín, Editorial Sudamericana.
• Arturo Illia. Un sueño breve. El rol del peronismo y de los Estados Unidos en el golpe militar de 1966, por César Tcach.
• Lanata, Jorge (2003). Argentinos 2. Ediciones B. 950-15-2259-8.
"El viejo maestro", biografía de Juan Carlos Pugliese, por Eduardo Zanini

7) Biografía:
En las elecciones del 7 de julio de 1963 participaron varias decenas de partidos, pero hubo 20% de votos en blanco como consecuencia de la forzada abstención del peronismo. Se habló, entonces, de una carta de Perón fechada el 1 de julio en la que ordenaba a sus seguidores tomar esa actitud.
La UCRP (Unión Cívica Radical del Pueblo) obtuvo el mayor número de votos, pero éstos eran sólo el 25% del total; la UCRI (Unión Cívica Radical Intransigente) resultó tercera con 16% y el 40% restante se distribuyó entre 47 partidos menores (conservadores, socialistas, partidos provinciales de origen radical y grupos marginales de derecha e izquierda).
La fórmula Arturo H. Illia - Carlos H. Perette asumió el 12 de octubre de ese año. El nuevo gobierno resultaba muy poco representativo, sólo contaba con un tercio de los escaños en el Congreso, y debía enfrentar las presiones que las distintas tendencias internas del radicalismo del Pueblo ejercían para lograr puestos claves en el gabinete.
En su primer mensaje ante al Congreso el doctor Illia señaló algunos aspectos fundamentales de su programa de gobierno: respetar la independencia del Poder Judicial, respetar las autonomías provinciales, eliminar la desocupación obrera, aprovechar plenamente todos los factores productivos, defender el valor de nuestra moneda, anular los contratos petroleros con empresas extranjeras, mejorar el nivel tecnológico del campo, modificar el régimen de la tierra para facilitar el acceso a la propiedad de los auténticos productores por medio de un sistema de créditos adecuado, obtener mayores saldos exportables para completar nuestro desarrollo industrial, buscar nuevos mercados sin exclusiones ideológicas, fortalecer la acción gremial pero alejarla de su instrumentación política partidaria, ampliar las posibilidades en educación y cultura para la mayor cantidad de gente, reafirmar la política americanista del radicalismo, procurar la integración del territorio nacional, reclamando por el derecho sobre las Islas Malvinas y la Antártida Argentina y formular un llamamiento a las Fuerzas Armadas para su reinserción en el proceso democrático.


 
   Aramburu, candidato a presidente de UDEPLA. Afiches de la campaña electoral en clara alusión al líder del Justicialismo.




 




Afiche de campaña para las elecciones de julio de 1963, fundamentando cinicamente sobre el epíteto con que los calificara el peronismo.












Obra de Gobierno
Una de las primeras medidas del gobierno fue la anulación de los contratos petroleros con las empresas extranjeras, firmados durante el gobierno de A. Frondizi. Esta decisión, que formaba parte de la plataforma electoral, provocó graves problemas de abastecimiento. Fue necesario importar combustible y el país sufrió una considerable pérdida de divisas en concepto de indemnizaciones por la forma indiscriminada en que se llevó a cabo la anulación. Además aumentó la desconfianza internacional por el no cumplimiento de los compromisos asumidos por la Argentina.
Cuando los radicales llegaron al gobierno el panorama económico era desalentador. Se vivía una gran recesión; la tasa de desempleo era del 8.8% y el conjunto de la capacidad productiva instalada estaba trabajando al 55%. Todo esto provocó una fuerte caída de los ingresos fiscales porque muchas empresas dejaron de pagar los impuestos y los aportes jubilatorios.

                                         
                                        
Arturo Illia debio enfrentar dos problemas cruciales, la proscripción del peronismo y el estado deliberativo en que se encontraban las fuerzas armadas. Era partidario de el control estatal de las áreas vitales de la economía por lo cual anuló los contratos petroleros de Fondizi



 
                          Illia recibe el mando del presidente Guido









Illia durante se recepción del mando compartió el auto oficial con Onganía que tres años después lo derrocaría generando la autodenominada "Revolución Argentina"




    Illia durante su asunción



El sector bancario tenía una situación muy comprometida. Durante la época de Frondizi y después de Pinedo, Alsogaray, Méndez Delfino y Martínez de Hoz, en nombre de la libertad económica no se aplicaron desde el Banco Central las normas que existían para la vigilancia de los créditos que otorgan los bancos. Así, los bancos privados y del Estado, especialmente el Banco Nación, habían otorgado créditos por encima de la capacidad prestable de las empresas. Al contraerse la actividad en el año 1962, las empresas se encontraron imposibilitadas de pagarles a los bancos los créditos que les habían dado para importar maquinaria. En muchos casos esta se encontraba arrumbada en el puerto de Bs. As. El gobierno decidió aplicar una estrategia de corto plazo, basada en el estímulo de la demanda y elaboró un Plan Nacional de Desarrollo para el quinquenio 1965 - 1969. Una buena cosecha permitió elevar el nivel de las exportaciones con saldo positivo en la cuenta corriente del Balance de Pagos. Se logró incrementar el PBI en el orden del 8% entre 1964 - 1965 con el correspondiente efecto sobre el empleo. Sin embargo no se pudo controlar el alza de los precios internos que pasaron la barrera del 30% anual entre 1965 y 1966. El gobierno trató de reaccionar con controles de precios que fueron resistidos por los empresarios.
La deuda externa constituía otro problema serio. El 56.2% de ella vencía en los próximos tres años, es decir, en 1966 por lo cual se decidió renegociar la misma con el Club de París.
El 15 de enero de 1964 el Parlamento consideró el proyecto de Ley de Medicamentos que señalaba el carácter de bienes sociales al servicio de la salud pública de los medicamentos. En su articulado se facultaba al Poder Ejecutivo para la regulación de los precios ya que, por estar la venta de medicamentos condicionada por las necesidades de la población, su proceso económico escapaba a la ley de la oferta y la demanda, de la libre competencia y de la libertad contractual.
A pesar de las presiones internacionales la ley fue aprobada.
En marzo del mismo año de dio a conocer el nuevo Estatuto de los Partidos Políticos que posibilitaba la incorporación del peronismo a la vida cívica; establecía un control preciso sobre el patrimonio de los partidos; normas sobre proselitismo electoral y dejaba sin efecto las inhabilitaciones de los dirigentes gremiales, tanto obreros como empresarios.

Las relaciones internacionales
El gobierno debió resolver con Chile un problema limítrofe conocido como "cuestión Palena" suscitada entre los hitos 16 y 17 de la frontera argentino-chilena. Como el país trasandino se negó a la solución bilateral se recurrió al arbitraje de la corona británica. Lo mismo sucedió con el paraje llamado Laguna del Desierto.
Las relaciones con EUA fueron buenas, a pesar de la anulación de los contratos petroleros. El 10 de mayo de 1964 la Argentina firmó un convenio de cooperación militar con los Estados Unidos. Este convenio se basaba en un nuevo concepto de la seguridad continental, cuyo núcleo consistía en reemplazar la doctrina del peligro extracontinental por otra que consideraba que la amenaza estaba dentro de América Latina. De acuerdo con esto las Fuerzas Armadas del continente cambiaban su rol de defensoras contra el enemigo exterior por el de fuerzas encargadas de la seguridad interna, destinadas a combatir la subversión y el comunismo.



 En octubre de 1964 visitó nuestro país el presidente de Francia y héroe de la segunda Guerra Mundial, el Gral. Charles de Gaulle. La oposición peronista utilizó el acontecimiento para manifestarse. El presidente francés fue saludado a su paso por las calles de Buenos Aires al grito de: `De Gaulle - Perón -Tercera Posición`.








De Gaulle y Illia se saludan en el aeropuerto de Ezeiza










      Cartel de la CGT con motivo de la llegada del General De Gaulle. El peronismo comparaba aspectos de De Gaulle con los de Perón y debido a eso De Gaulle tuvo un buen recibimiento











En 1962 se había creado el Colegio Interamericano de Defensa que trató de vincular en forma regular a los oficiales de todas las fuerzas armadas del continente y difundió nuevas prácticas de "contrainsurgencia" para enfrentar la acción guerrillera, considerando necesario poner al día la doctrina, el armamento, el entrenamiento y la organización de los ejércitos.
Cuba constituía en esa época el factor desestabilizante de la política norteamericana. Se le acusaba de exportar la ideología marxista por medio de la acción guerrillera.
La IX Reunión de Consulta de Cancilleres de la O.E.A. estuvo destinada a tratar ese tema. Los EUA hicieron sentir su presión para que los países del continente aislaran diplomática y comercialmente a Cuba. Nuestro canciller, el doctor Zavala Ortiz, aceptó repudiar el régimen comunista cubano pero se pronunció en contra de una acción compulsiva inmediata.
En septiembre de 1964 comenzó una nueva ofensiva diplomática de la Argentina ante la ONU por el reconocimiento de su soberanía sobre la Islas Malvinas. El 08 de ese mes, el piloto civil argentino de ascendencia irlandesa, Miguel Fitzgerald, descendió en una pista de carreras cuadreras en las cercanías de Puerto Stanley con un avión monomotor. Una vez en tierra clavó una bandera argentina y emprendió el regreso. El 12 de septiembre una muchedumbre lo recibió en el Aeroparque de Bs. As. y lo acompañó con una caravana de automóviles hasta el centro de la ciudad. Esta acción simbólica no fue avalada por el gobierno nacional que continuó sus reclamos por la vía diplomática.
En abril de 1965, tropas de infantería de marina de los EUA desembarcaron en Santo Domingo con el objetivo de "restablecer el orden democrático". Nuestro país justificó la intervención y condenó las interferencias castrocomunistas en los asuntos internos de los países americanos.

La oposición
Al poco tiempo de asumir, el gobierno llamó a colaborar a los partidos políticos opositores, pero el pedido se recibió con desconfianza, debido a que esta convocatoria se producía cuando ya todos los cargos importantes estaban cubiertos por el oficialismo. El peronismo, por su parte, inició una paulatina ofensiva para recuperar posiciones.
A fines de 1964 corrió la noticia de que Perón había abandonado Madrid por vía aérea rumbo a Lisboa, donde se embarcaría hacia Lima y de allí a Bs. As. en un "avión negro". El presidente y sus ministros se reunieron y dispusieron que los organismos de seguridad tomaran los recaudos necesarios para impedir desordenes. La noticia resultó falsa. Pocos meses después un avión de Iberia llegaba a Río de Janeiro con Perón con la intención de proseguir a Bs. As.. Fue declarado persona no grata por lo que debió abordar un avión de regreso a Madrid. Con estos episodios quedó claro que las F.F.A.A. estaban dominadas por los antiperonistas que no tolerarían el regreso del líder del Justicialismo.
Los rumores de posibles golpes de estado acosaron al gobierno radical durante toda su gestión. Las simpatías del vicepresidente Perette por los militares colorados no hacía más que complicar la situación, ya que el ascenso de J.C. Onganía a teniente general daba un resonante triunfo a los azules y desalentaba las intenciones de reincorporación de los colorados retirados.


                                                  El presidente Illia en un acto oficial



   




Illia presidiendo una reunión de Gabinete



 


     Illia en un mensaje por televisión


                                                 
Una formidable campaña de acción psicológica, de la que participaron excelentes caricaturistas y periodistas, se organizó para deteriorar la imagen del presidente Illia. La paloma aludía a su ingenuidad y la tortuga, a su lentitud e ineficiencia.


Illia también chocó con organizaciones como la Sociedad Rural y la Unión Industrial que se habían unido en un asociación antiestatal llamada ACIEL (Acción Coordinada de las Institutos Empresarias Libres). Ambos atacaron persistentemente el déficit del Estado, la inclinación del gobierno por los controles de precios y de cambio, su proteccionismo a las empresas públicas como YPF y la decisión de mantener congelados los arrendamientos agrícolas impuestos bajo el gobierno de Ramírez en 1943.
La prensa nacional y extranjera colaboró en la campaña de desprestigio que se inició contra el presidente y los miembros de su gabinete acusados de lentitud e inactividad. Diarios como El Mundo y Crónica publicaban caricaturas en las que se veía a Illia representado como una tortuga. La CGT llevó a cabo el "operativo tortuga" que consistió en sembrar el centro de Bs. As. con esos animalitos que llevaban pintadas en su caparazón las palabras "Illia o gobierno".
La principal oposición provino precisamente de los sindicatos y de la CGT que a comienzos de 1964 adoptó el denominado Plan de Lucha.

La CGT y el plan de lucha
La Ley de Asociaciones Profesionales aprobada durante el gobierno de Illia intentó quebrar la unidad sindical y lo que consiguió fue estimular la reacción de los sectores afectados.
Los reclamos sindicales consistieron en: actualización de los salarios, fijación de precios máximos en los productos de la canasta familiar, control de costos y participación de los trabajadores en los organismos que se crearían con ese propósito, plena ocupación, reincorporación de los cesantes por razones gremiales, actualización de jubilaciones y pensiones, defensa del sector agropecuario, jerarquización de la enseñanza pública y plan de construcción de viviendas.
El 16 de enero de 1964 la CGT, alegando que sus reclamos no eran atendidos por el Poder Ejecutivo, dio a conocer su Plan de Lucha. Este comprendía una primera etapa de preparación, organización y agitación a desarrollarse entre el 15/1 y el 28/2. Desde el 1 de marzo hasta el 31 del mismo mes se llevarían a cabo las medidas de acción directa: ocupación parcial, zonal y por grupos de los centros de producción (agropecuarios, industriales y comerciales) y finalmente ocupación simultánea y total, en todo el país, por el término de 24 horas.


  José Alonso lider del sindicato del vestido y Vandor lider de la UOM le entorpecieron el gobierno a Illia con paros y movilizaciones, reclamando el golpe de estado, el cual se produciría en 1966.





Vandor, hizo algunos arreglos con los militares para ayudar con el derrocamiento de Illia. Una vez en el poder los militares lo traicionaron 
y teminó asesinado en 1969













A lo largo de un mes y medio, cuatro millones de trabajadores ocupan 11.000 establecimientos industriales  y retienen a sus directivos.




 


El general Julio Alsogaray, hemano del economista Alvaro Alsogaray fue uno de los propulsores del golpe de estado. El golpe fue bien recibido en los sectores y financieros liberales.




La UCRP intentó defender los logros del gobierno. La Federación Argentina de Entidades Democráticas Anticomunistas (FAEDA), definió el Plan de Lucha como verdaderos delitos contra la seguridad de la Nación y acusó al Partido Comunista de actuar en forma indirecta a través del sector peronista. La UCRI, que respondía a Alende, acusó al gobierno de insensibilidad pero rechazó la forma de protesta elegida por la Central Obrera.
Mientras el Poder Ejecutivo enviaba al Congreso un proyecto de ley de abastecimiento, con el propósito de controlar el aumento del costo de vida, los empresarios y gremialistas coincidían en su crítica, al considerar que las medidas adoptadas no eran suficientes para solucionar la desocupación y la parálisis económica del país.
Entre tanto la sociedad argentina se polarizaba: la Democracia Cristiana apoyó el Plan de Lucha; la Unión Conservadora lo condenó; la Democracia Progresista intentó conciliar posiciones proponiendo una tregua; los 32 Gremios Democráticos se opusieron al plan cegetista; ACIEL pedía la adopción de medidas para garantizar la libertad de trabajo y el derecho de propiedad; la UIA se declaró en estado de asamblea permanente. El gral. Aramburu censuraba el accionar de la CGT y de algunos dirigentes políticos al tiempo que acusaba al gobierno de no tener una actitud clara. El diálogo entre la CGT y el gobierno quedó interrumpido y, después de éxitos parciales, el 1° de mayo la central obrera anunció la puesta en marcha de la segunda parte del Plan.
A la protesta se sumaron otros gremios, como el de los docentes que realizaron un paro total entre el 6 y 7 de mayo de 1964.Durante ese mes, superadas momentáneamente las diferencias internas en la CGT, fueron ocupados por su personal varios establecimientos.
Ni siquiera la promulgación de la Ley del Salario Mínimo, Vital y Móvil, las gestiones realizadas por el arzobispo de Bs. As. cardenal A. Caggiano y la fijación de precios máximos para algunos artículos de primera necesidad hicieron retroceder a los sindicalistas. Entre el 21 de mayo y el 24 de junio los obreros ocuparon más de 11.000 establecimientos industriales. En algunos círculos gubernamentales prevaleció la idea de que la CGT había combinado su Plan con la organización de un golpe militar. Illia, sin embargo, se negó sistemáticamente a proclamar el estado de sitio. Durante el año 1965 continuaron las huelgas y reclamos gremiales: ENTEL debió pedir protección policial por temor a los actos de sabotaje; los puertos y servicios aéreos se vieron interrumpidos en varias oportunidades, asimismo Correos y Telecomunicaciones, DGI, ferrocarriles, etc...

La actividad extremista
Durante la presidencia de Illia la opinión pública argentina se enteró de la existencia de campamentos castristas en el norte del país. Estos grupos, posiblemente financiados desde del exterior, estaban formados por jóvenes marxistas que adherían a la línea ideológica china. Algunos integrantes habían abandonado el Partido Comunista argentino o habían sido expulsados de él y uno de los temores que cundía entre el gobierno y otros partidos era que los sectores de izquierda del peronismo se unieran a ellos y lograran desarrollar actividades guerrilleras de carácter permanente.
En noviembre de 1963 se produjo una división dentro del Movimiento Nacionalista Tacuara. El sector tradicionalista continuó reconociendo la jefatura de Alberto Ezcurra, en tanto que el sector izquierdista siguió a su líder Joe Baxter. Este último logró unir a un número considerable de integrantes de Tacuara con grupos comunistas y miembros del Movimiento de Liberación Nacional. Pero también Baxter se proclamó peronista y su semanario Tacuara, reivindicaba al justicialismo.
En marzo y abril de 1964, la Gendarmería informó que había tenido enfrentamientos armados con guerrilleros en la provincia de Salta. El gobierno, consciente de la gravedad de estos hechos, comenzó a preparar un proyecto de reformas al Código Penal para adecuarlo a estas nuevas situaciones.
                                                                                                            
               Joe Baxter

Los periodista Neustad y Grondona desde su programa "Tiempo Nuevo"
propiciaron personalmente cada golpe de Estado en Argentina desde la decada del 60. Mariano Grondona sería luego colaborador del gobierno de Ongania redactando uno de sus mas importantes árticulos




La Revolución Argentina (junio de 1966)
El 27 de junio por la mañana el comandante en jefe, General Pistarini, se comunicó con el Gral. Alsogaray y con Onganía para anunciarles que había llegado el momento de llevar a cabo el Golpe de Estado. Esa noche varios objetivos importantes quedaron bajo control militar: el edificio de Correos, las Centrales Telefónicas, radios y canales de TV.
Alrededor de las 21 hs. el presidente Illia, reunido con los comandantes en jefe de la Marina y de la Aeronáutica, ofreció su renuncia para evitar enfrentamientos. Hacia las 23 hs. regresaron pero Illia había cambiado de opinión y no estaba dispuesto a renunciar. Los representantes de las FFAA lo conminaron a abandonar la Casa de Gobierno antes de las 5 de la mañana del día siguiente. A las 7.25 hs., ante la negativa de Illia de dejar la Casa Rosada, el Coronel Perlinger al frente de la guardia de infantería de la Policía Federal armada con lanza-gases desalojó el despacho presidencial.
Los comandantes en jefe asumieron los poderes político y militar de la República, destituyeron a todas las autoridades nacionales, provinciales y municipales, a los miembros de la Corte Suprema de Justicia y al Procurador General de la Nación.

 

El teniente general Pascual Pistarini saluda al presidente Illia con motivo de su asunción como nuevo comandante en jefe del ejército. Poco tiempo después, este militar tendría un papel muy importante en la gestación del golpe de estado contra el presidente radical.





Illia es sacado a empujones de la Casa Rosada






 


Illia abandona la casa de gobierno después del golpe de estado, se ingresaba en al época de "La revolución Argentina"





Las entidades empresarias ACIEL, UIA, CGE y la Sociedad Rural manifestaron su entusiasmo y sus representantes asistieron al acto de asunción de Onganía.





Además disolvieron los partidos políticos y pusieron el vigencia el Estatuto de la Revolución Argentina.
El golpe fue bien recibido en los sectores y financieros liberales, el optimismo se reflejó en la Bolsa donde algunos papeles subieron hasta 70 puntos. Las entidades empresarias ACIEL, UIA, CGE y la Sociedad Rural manifestaron su entusiasmo y sus representantes asistieron al acto de asunción de Onganía.
Los partidos políticos, con algunos matices y a excepción del radicalismo y la izquierda tradicional, aceptaron la nueva situación como algo lógico y razonable.
Los sectores políticos y sindicales del peronismo adhirieron unánimemente al Golpe de Estado, como así también lo expresó Perón desde el exilio.
El ex presidente Frondizi consideró una necesidad el derrocamiento de Illia y se identificó con la imagen "desarrollista" de tecnicismo y eficacia que pretendían las fuerzas armadas.